Durante siglos, los artistas plásticos habían representado imágenes sobre planos (dibujos, relieves, pinturas....) obteniendo un resultado poco "real". El problema era: ¿cómo representar un objeto tridimensional sobre un plano?.
Será durante el Renacimiento, cuando los hombres se interesan por el mundo y la naturaleza desde una perspectiva más humana, cuando los artistas, en su intento de representar la realidad tal y como la perciben, comiencen a encontrar soluciones técnicas a esta cuestióEl primer gran avance en este sentido será la perspectiva lineal que utilizando líneas convergentes y divergentes y tamaños diferentes para cada objeto, según su situación espacial, conseguirá crear una sensación de profundidad en las representaciones sobre plano.
Brunellesqui o Alberti fueron dos de los teóricos de esta técnica de la perspectiva lineal que más tarde se enriquecería con la aportación de uno de los más grandes genios del Renacimiento: Leonardo Da Vinci, que escribirá:
«La ciencia de la pintura comprende todos los colores de la superficie y las figuras de los cuerpos que con ellos se revisten, y su proximidad y lejanía, según proporción entre las diversas disminuciones y las diversas distancias. Esta ciencia es madre de la perspectiva, esto es, de la ciencia de las líneas de la visión, ciencia que se divide en tres partes; de éstas, la primera solamente comprende la construcción lineal de los cuerpos (perspectiva lineal); la segunda, la difuminación de los colores en relación a las diversas distancias (perspectiva de color); y la trecera, la pérdida de determinación de los cuerpos en relación a las diversas distancias (perspectiva menguante) (...).»
En La Última Cena, Leonardo Da Vinci, pone en práctica las reglas de la perspectiva lineal, dando profundiad a la representación pictórica.
¿Serías capaz de comparar, en cuanto a perspectiva estas obras?
Bueyes Pisoteando el grano
Valle de los reyes (Tebas)
La Escuela de Atenas, de Rafael di Sanzio
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